Estableciendo el Compromiso Vajra en Occidente

por Ngak’chang Rinpoche & Khandro Déchen

Nos gustaría estimular la tolerancia y la mentalidad abierta dentro de las Confederadas Sanghas de Aro. Las personalidades y estilos individuales de la gente son bien recibidos. Valoramos enormemente la anarquia y la libertad, pero la verdadera anarquia politica recalca que la libertad debe ir pareja con la responsabilidad personal. Si se entiende el significada de las enseñanzas, entonces es responsabilidad de uno mismo el actuar con a ese conocimiento. Estamos preocupados, en ese contexto, con el modo en que el rôl del maestro vajra esta siendo actualmente socavado en occidente y nos estamos disponiendo para proporcionar información que clarifique la naturaleza de éste.

Mientras el sutrayana requiere de la relación con un ‘amigo espiritual’ (gewa’i shenyen / kalayana mitra) como maestro, el vajrayana requiere de la relación con el maestro vajra (rDorje bLo dPon / vajra charya). La diferencia de estos dos roles de enseñanza es significativa y necesita ser entendida. El amigo espiritual desafia a sus estudiantes en lo que se refiere a su percepción, pero no pasa por encima de su racional ó les involucra en situaciones que están fuera de su comprensión. El amigo espiritual siempre podra ser juzgado dentro del contexto de las enseñanzas explícitas del Sutrayana y sus actos y motivación nunca son inexplicables. El maestro vajra, a diferencia de esto, puede manifestar enseñanzas que están más allá de todo sistema codificado de juicio personal. La razón de estas diferencias esta claramente expuesta en muchos textos tibetanos. Este rôl se puede ver admirablemente definido en los excelentes libros de Chögyam Trungpa Rinpoche ; ‘Más allá del materialismo espiritual’ y ‘El mito de la libertad’. Este rôl también es tratado en el libro de Ngak’chang Rinpoche ; ‘Wearing the Body of Visions’ (Vistiendo el Cuerpo de las Visiones) también edición inglesa (actualmente esta siendo traducido al español) ver capítulos 5 & 6 de éste último.

Dentro del paradigma Tántrico, el mayor ‘demonio’ de todos a ojos de la psicoterapia de orientación Budista, es el compromiso vajra. Así pues, en lo que escribamos en el futuro estaremos continuamente volviendo al tema de ‘mirar a los aspectos prácticos del compromiso vajra’. Sentimos que en este punto de la historia, es crucial alejarse de la absurda noción del discípulo vajra teniendo que‘saltar por un acantilado’. Esta idea es la forma más común de argumentar que el compromiso vajra es algo ajeno a occidente. Sin embargo podemos mirar al famoso ejemplo del ‘Viejo Testamento’ de la Biblia Cristiana en el que Abraham es puesto a prueba y recompensado con una visión. Se le pide matar a su propio hijo para ofrecerlo como sacrificio a Dios. Esto es obviamente un ejemplo mucho más extremo que el de saltar por un acantilado, sin embargo es parte del telón de fondo Judeocristiano de nuestra cultura. La idea de ‘saltar por un acantilado’ es común cuando la gente habla de sus sentimientos sobre el compromiso vajra (junto con la idea de tener que hacer toda una serie de cosas que nadie ‘querría hacer particularmente’.

Parece haber un sentimiento entre mucha gente, de que ‘tener el racional anulado’ tiene alguna conexión con perder el control de la vida de uno-a. Nosotros nunca lo hemos entendido de este modo y nunca lo hemos enseñado de este modo. Vemos al ‘compromiso vajra’ del Budismo Vajrayana como galvanizando al individuo en la más completa conexión con su vida, a través de liberarlo de la prisión del narcisismo. Nuestro sentimiento en el presente momento, es que éste asunto mere ser investigado.

Deberíamos empezar por explicar que la ‘orden ó mandato vajra’ no es más onerosa que una ‘sugerencia que es tomada como transmisión’. No hay ningún sentido en el que el ‘compromiso vajra’ sea otra cosa que la instrucción de estar totalmente vivo y de manifestar el orgullo vajra de ser un auténtico practicante. Cuando una persona que ha entrado en el compromiso vajra recibe una sugerencia de sus maestros, es siempre libre de presentar las limitaciones de su condición y de expresar las dificultades que uno-a percibe para llevar a cabo las sugerencias de su Lama. Naturalmente, al presentar las limitaciones percibidas, los discípulos quedan confrontados con la realidad de su condición y condicionantes. Tienen que tener suficiente integridad para saber que no están simplemente siguiendo un deseo de arrellanarse en una ‘práctica como de malva de ciénaga’. Miremos a un ejemplo real; una vez un Lama sugirió que su discípulo debería ir a Bhután para asistir al funeral de S.S. Dilgo Khyentsé Rinpoche. Esto habría supuesto romper un compromiso en el que el discípulo se había comprometido a estar en otro lugar y por lo tanto la sugerencia de su Lama era muy difícil de llevar a cabo. El discípulo dijo, no obstante, que iría si ése era el deseo de su Lama, pero que sentía que su Lama debería saber algo sobre sus circunstancias. El discípulo explicó que para seguir la sugerencia de su maestro, tendría que abandonar a gente que confiaba en él y a quien había hecho ciertas promesas. Explicó que había gente que invirtió tiempo y dinero para cierto proyecto y que causaría gran disgusto si se volviera atrás. El Lama respondió inmediatamente que su discípulo no debería dejar plantado a nadie y que era más importante para él mantener sus compromisos. Este es un ejemplo valioso de ‘obedecer órdenes vajra’. El discípulo esta de acuerdo en seguir el consejo, pero proporciona a su maestro una información más amplia de la situación. El discípulo esta dispuesto a aceptar todo el trastorno que un cambio de plan acarrearía para él, pero termina con sus planes tal y como estaban. El Lama no tenía ningún interés en doblegar a su discípulo a su voluntad, él simplemente hizo una sugerencia. El discípulo se tomó la sugerencia a nivel de ‘orden vajra’, pero fue instantáneamente liberado de ello. ¡Que situación tan maravillosa! Estar dispuesto a entrar en el caos y salir con la vida de uno-a tan limpia y ordenada como estaba, pero con una sensación de inmensa libertad y devoción. Ésta fue una transmisión al nivel más profundo. En la ‘orden vajra’ no hay ningún sentido en el que se dan órdenes totalitarias que son seguidas de un modo servil e inhumano. Eso sería una completa distorsión del significado del compromiso vajra (y ‘orden vajra’), en el que la bondad no tomaría parte.

Compromiso vajra significa ‘disponibilidad para entrar en un caos de completa bondad’, no significa ‘Jonestown’, no significa Charles Manson. Éstos ejemplos extremos, tomados del moderno culto del comportamiento, son un engañoso reclamo empleado por aquellos que nunca han experimentado el ‘compromiso vajra’. Nos ha entristecido escuchar semejantes declaraciones y muchos practicantes sinceros que tienen confianza en sus Lamas se han preocupado e interesado en hablar abiertamente contra semejante sensacionalismo. Tales ejemplos son trampas, porque son exageradamente extremos; y porque no hay ningún sentido en absoluto en el que tales ejemplos puedan ser entendidos como enseñanzas. Los ejemplos extremos de obediencia son simplemente un modo de desacreditar el compromiso vajra, a través de evitar ejemplos reales. Incluso si tomamos a Milarépa como un ‘ejemplo real’, tenemos que recordar que él fue un asesino… Las historias tibetanas sobre el compromiso vajra incluyen a menudo el ‘comportamiento extraordinario’, pero queda siempre entendido que un discípulo como Milarépa, siempre podría haberse alejado de las tareas que Marpa le había asignado. Él no era esclavo de Marpa, era sencillamente esclavo de su deseo de liberación, se escapó unas cuantas veces, pero siempre volvió porque quería la transmisión de Marpa de un modo incontenible. Luchó consigo mismo de muchas maneras antes de recibir finalmente la transmisión, pero fue siempre su elección. Milarépa es un ejemplo extremo, Naropa el maestro de Marpa es también un ejemplo extremo, pero no necesitamos preocuparnos de proyectarnos a nosotros mismos en tales situaciones. Marpa aconsejó a Milarépa que en el futuro los discípulos no deberían ser puestos a prueba de formas tan extraordinarias, que él era el último en atravesar semejantes dificultades.

El compromiso vajra refleja casi siempre lo que es posible dentro de una sociedad. En lo que nos concierne personalmente, aquellos que nos solicitan que representemos el rôl de maestro vajra, se requiere que no tengan miedo de la falta de bondad, inmoralidad, ilegalidad ó de comportamiento inmoral de ningún tipo. La única cosa que debemos que temer de cualquier Lama es que nuestro dualismo será destruido. Tenemos siempre la tentación de hacer advertencias sobre el compromiso vajra, con el fin de preservar el rôl de maestro vajra en el mundo moderno, este es el motivo de que tengamos la ‘declaración de responsabilidad’. De todos modos, como principio fundamental, deberíamos decir que la ‘mentalidad de garantía’ no es un comienzo esperanzador para la relación vajra. SI empezamos diciendo: ‘Quiero estar en el compromiso vajra siempre que no tenga que abandonar los cristales new age; mientras mis ideas no sean desafiadas’. Entonces no hay manera de que podamos abordar la esencia real de Tántra, ésa es la posición fundamental y en realidad es peor que cualquier acantilado. Peor que Abraham sacrificando a Isaac, peor que cualquier cosa. Permitir que el racional sea desafiado, ésa es toda la terrible verdad del compromiso vajra. Ésa es la peor cosa que pueda jamás ocurrir, en lo que se refiere al compromiso vajra. Sólo tenemos el hecho terrible, de que puede que haya que deshacer nuestra visión de la realidad. Sólo queda el conocimiento espantoso de que nuestras justificaciones puedan ser cuestionadas, de que no podemos escondernos. Por lo tanto, es mucho más probable que los ejemplos reales de órdenes vajra, sean de discípulos a los que se pide que se cuestionen su percepción, ó que miren a su comportamiento con una luz diferente, más que ejemplos de ‘extravagancia’.

El maestro vajra necesita simplemente ser capaz de apuntar que la visión de la realidad del discípulo esta sesgada. El maestro vajra necesita ser capaz de señalar a los ejemplos de arrogancia, rabia, avaricia, falta de honestidad e ignorancia deliberada; y esperar que el discípulo se tome se tome tales observaciones en serio. El borde del acantilado por el que el discípulo tiene que saltar, es sencillamente el de sus propias autojustificaciones. El borde del acantilado por el que el discípulo tiene que saltar, es sencillamente el de soltar el encaprichamiento claustrofóbico de las propias fantasías flatulentas. El origen de la justificación tiene que ser apagado. Ekajati, la protectora de las enseñanzas del Dzogchen, sujeta un corazón humano arrancado en señal de que el Dzogchen es imposible mientras sobreviva la autojustificación.